12 oct 2014

El siglo XVIII en España: Reformismo borbónico.

El siglo XVIII comenzará en España con un cambio dinástico: la casa de Austria dejará paso a la dinastía Borbón.
   Carlos II de Habsburgo (1661-1700), hijo de Felipe IV, reinará hasta el nacimiento del nuevo siglo y morirá en el año 1700 sin dejar descendencia. Su frágil salud y personalidad propiciaron la decadencia de la monarquía hispánica que, para aquel entonces, ya estaba perdiendo su papel de potencia hegemónica.
   Veamos como lo describió un embajador del Vaticano:




"El rey es más bien bajo que alto, no mal formado, feo de rostro; tiene el cuello largo, la cara larga y como encorvada hacia arriba; el labio inferior típico de los Austria; ojos no muy grandes, de color azul turquesa y cutis fino y delicado. El cabello es rubio y largo, y lo lleva peinado para atrás, de modo que las orejas quedan al descubierto. No puede enderezar su cuerpo sino cuando camina, a menos de arrimarse a una pared, una mesa u otra cosa. Su cuerpo es tan débil como su mente. De vez en cuando da señales de inteligencia, de memoria y de cierta vivacidad, pero no ahora; por lo común tiene un aspecto lento e indiferente, torpe e indolente, pareciendo estupefacto. Se puede hacer con él lo que se desee, pues carece de voluntad propia."


   Ante su más que segura muerte sin dejar hijos, las potencias europeas, especialmente, Francia, Austria e Inglaterra, se frotaban las manos por ver cuál de ellas conseguiría una tajada mayor del Imperio Español.
   Finalmente, la gran influencia de Luis XIV, rey de Francia, hizo que Carlos II designase como heredero a un nieto suyo: Felipe de Anjou. La idea de que Francia y España estuviesen ligadas por lazos de familia provocó que el Archiduqe Carlos de Habsburgo reclamase su derecho al trono y declarase la guerra a Felipe de Anjou, el cual ya había sido coronado en 1701 como Felipe V, rey de España. Comenzaba la guerra de sucesión española.

 

   Al lado de Felipe V se pondrá la Francia de su abuelo, Luis XIV. Al lado del Archiduque Carlos de Austria, se pondrá la Austria de su hermano José I, Inglaterra, Portugal y  los Países Bajos. Esta era una guerra europea en toda regla, pero además se convertiría en una guerra civil.


 El Archiduque Carlos prometió respetar los fueros de las regiones de España que lo apoyasen, con lo que los territorios de la Corona de Aragón se mostranron partidarios suyos. Por otro lado, Felipe V tenía el apoyo del resto de España, incluida Navarra pese a que también gozaba de sus fueros. La guerra no acabó hasta la firma de los tratados de Utrech (1713) y Rastatt (1715).


Felipe V firmó unos tratados que ponían fin al imperio español en Europa. Felipe V perdía para España Nápoles y Sicilia, Cerdeña, el Milanesado, Luxembugo, Flandes, Menorca y Gibraltar. Además, renunciaba a sus posibles derechos al trono de Francia. A cambio consiguió ser reconocido como rey de España por el resto de potencias y seguía manteniendo las colonias de América y Filipinas.

  En política interior, el reinado de Felipe V destacó por querer implantar el centralismo francés y dinamizar  tímidamente la economía del país. Tras la guerra, Felipe decidió homogeneizar la administración del reino siguiendo el modelo de la Corona de Castilla-el que más autoridad daba a un poder central-, para lo cual abolió los fueros de la Corona de Aragón, oponentes en la guerra-. No hizo lo mismo con los de Navarra, por mantenerse fiel a su causa.
  Las medidas que Felipe V tomó para lograr la uniformidad administrativa y legal del reino se conocen como los Decretos de Nueva Planta: Veamos un extracto.


   En el campo del arte, el reinado de Felipe V dará entrada al arte barroco europeo. Las influencias francesas e italianas se pueden ver en los palacios de La Granja de San Ildefonso y el de Riofrío, ambos muy cerca de Segovia.

    El reinado de Felipe V es el más largo hasta la fecha. Desde 1701 a 1746, quitando los meses que reinó su hijo Luis I en 1724.
    A la muerte de Felipe V, reinará su segundo hijo: Fernando VI, cuyos principales focos de interés fueron sacar a España de la espiral de conflictos en la que desde hacía siglos estaba inmersa, y fortalecer la maltrecha hacienda pública. Logró ambos.

"Paz con todos, guerra con ninguno"

Una de las medida más destacadas para financiar el Estado fue desempeñada por uno de sus ministros, Zenón de Somodevilla, el marqués de Ensenada. Aristócrata ilustrado que mandó elaborar un catastro de la Corona de Castilla para controlar mejor los impuestos y financiar las arcas reales.




A Fernando VI tampoco le acompaño la suerte y murió sin hijos, por lo que le sucedió su hermanastro Carlos III, el cuál pasará a la Historia -entre otras cosas- como el mejor alcalde de Madrid.


Su reinado (1759-88) destacó por el talante ilustrado de su gobierno. Hombres como Campomanes, Jovellanos o Floridablanca renovarán el país desde diferentes puntos:

- Intentos de reformas agrarias influidas por la fisiocracia.
- Reformaron la educación que estaba en manos del clero.
- Criticaron a la Inquisición.
- Difundieron las ideas de la Ilustración a través de la creación de Asociaciones de Amigos del País.
- Intentaron acabar con los privilegios de la nobleza y el clero, e imponer su autoridad a la Iglesia.
- Declararon honestas todas las profesiones para convertir el trabajo en algo honroso.

En el campo de las artes, el reinado de Carlos III fue el de la renovación de la capital, con la construcción del palacio real, y el de la llegada de Francisco de Goya a la Corte.


Su hijo, Carlos IV, subió al trono un año antes del estallido de la Revolución Francesa, y durante su reinado se frenará en seco las reformas ilustradas para intentar "aislarse" de esas ideas.  Los encargados de tal labor serán por un lado el conde de Foridablanca, y por otro, y con menor fortuna, su valido Manuel Godoy que  incluso declarará la guerra a la Francia revolucionaria.








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